San Cristóbal de Las Casas, Chis. El cantautor de origen cubano, Francisco Céspedes, quien la noche del sábado abrió en esta ciudad las actividades del Festival Cervantino Barroco, elogió la cultura indígena porque es el “antecedente de las civilizaciones más importantes e inteligentes del mundo”.
Este lugar, dijo, “está más cerca de la cultura de lo que es México y ustedes saben bien de lo que estoy hablando. Es la identidad más cerquita. Tú caminas un poquito allí por las montañas, por las lomas y empiezas a ver los caminos de los antecesores reales”.
Lo que yo veo -agregó en una rueda de prensa- “es que los presidentes y políticos vienen de otro lado”.
Céspedes cantó durante dos horas ante más de dos mil personas reunidas en la Plaza Catedral de San Cristóbal, donde se llevarán a cabo muchas de las actividades del Festival, que concluirá el 30 de este mes.
Al finalizar el concierto, ofreció una rueda de prensa en la que a pregunta de un reportero expresó su temor de que con el reciente restablecimiento de las relaciones Cuba-Estados Unidos, “la estrella solitaria de mi bandera cubana se fuera desdibujando y pasando a ser la número 51 de la bandera del gobierno norteamericano”.
Abundó: “Lo que sí quiero es mi aliento final, que el pueblo cubano que ha tenido 56 años de escasez y una vida muy dura, que no se imaginan, tenga un alivio, sus necesidades elementales cubiertas. Eso de tener dinero, mucho dinero, esas son pendejadas. Yo siempre tengo mucha compasión con las personas que quieren tener mucho dinero. No saben el pedo en que se meten”.
Otro reportero le recordó que “estamos en Chiapas, uno de los estados más lacerados del país y le preguntó: “¿qué se lleva Francisco Céspedes? Respondió: “No sé, quería yo conocer al Subcomandante Marcos pero ya se escondió, ¿o qué se hizo?”.
Cuando se le pidió su opinión acerca del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), afirmó: “Yo no sé, todas las personas tienen derecho a luchar por su libertad. Yo realmente (no comparto) la violencia, pero cómo están establecidos todos estos gobiernos, a veces no hay otra forma de cogerles y arrancarles la cabeza. Me estoy metiendo en política, pero el Subcomandante Marcos se veía bien con su máscara y con su cachimba y su disfraz del Ché Guevara, quien implantó todo el fusilamiento en Cuba”.
Otro reportero le preguntó en qué se inspiró para componer las canciones de su nuevo disco Todavía y contestó: “En las viejas. En lo único que me inspiro yo, es en las mujeres. A veces, algunas dos o tres canciones las hago con tema social, porque la vida está realmente… que deberíamos de sentir vergüenza, de ser un género humano todos nosotros. Yo creo que cuando dicen -y no me quiero meter en religión, quiero que lo tomen de otra forma, como una metáfora- que Dios nos hizo a imagen y semejanza, está equivocado ese texto porque Dios no puede ser como nosotros, tiene que ser algo amable, maravilloso. Somos lo peor, lo más nefasto. Nosotros nos estamos alabando con lo que vivimos, con este mundo. ¡Imagínate tú! Pero esas son otras historias. Si viniera un católico y me dice que sí lo hizo y pudiera explicarme, pero yo siempre quiero ser más lógico y racional y digo que no podemos ser igual que el jefe”.
La Jornada/Elio Henríquez