Ciudad de México. La empresa de ciberseguridad Akamai señaló que durante 2017 el 98 por ciento de las empresas a nivel mundial, fueron afectadas por ataques dirigidos a aplicaciones Web, y estimó que para el año 2019 los daños causados por ataques a sistemas de ciberseguridad serán de 2.1 billones de dólares.
En el caso de México, señaló que de acuerdo con información de la consultora Pricewaterhouse Coopers, el costo promedio de un ciberataque es de 1.5 millones de dólares, mientras que el costo promedio a nivel global es de 2.3 millones de dólares.
Aseguró que en México el 13 por ciento de las firmas nacionales son atacadas, lo que representa 13 más que a nivel mundial, de acuerdo con la consultora.
Akamai es una empresa de ciberseguridad que recién inició operaciones en México y a su llegada ofreció cifras sobre el panorama de la inseguridad en el ciberespacio para el sector empresarial.
Detalló que a nivel global el 85 por ciento de las empresas ha sufrido ataques de phishing; Casi 50 por ciento de de la navegación Web la componen bots, de los cuales muchos son perjudiciales; cada día se registran 390 mil amenazas de malware nuevas; el abuso y robo de credenciales va en aumento, y resaltó que los ataques DDoS son cada vez más sofisticados e innovadores, mismos que consisten en hacer inaccesible un servicio a los usuarios legítimos.
Destacó que Los costos causados por fallos de seguridad van en aumento, y estimó que sólo las filtraciones de datos causarían daños por 2.1 billones de dólares para el año 2019.
Akamai señaló que las empresas e instituciones que operan en México deben protegerse por lo menos en cuatro vertientes que son cibercrimen ejercido por organizaciones que roban identidades de personas o empresas para vaciar cuentas bancarias, clonan tarjetas, y hacen fraudes bancarios para obtener dinero.
Deben tomar medidas en contra del “hacktivismo”, que es la forma de operar de organizaciones como Anonymous, la cual “ataca la seguridad de páginas de empresas trasnacionales o de gobierno para patentar su desacuerdo contra temas importantes”.
Otro delito al que son vulnerables las empresas e instituciones en México es el ciberespionaje, que consiste en el robo de información valiosa o sensible de una empresa para venderla a otras empresas, puede ser información de clientes, empleados, financiera.
Y el ciberterrorismo cuyo propósito es hacer el mayor daño posible en la infraestructura informática del gobierno, como servicios de salud, electricidad, comunicación o defensa.
Fuente: La Jornada/Miriam Posada