Encarnó al héroe popular mujeriego, ranchero y pícaro; participó en 63 filmes; fue figura clave en la “época de oro” del cine mexicano; murió a los 39 años
Nació hace cien años y es el mito más preciado del cine y la canción popular de México: Pedro Infante Cruz (Mazatlán, Sinaloa, 18 de noviembre, 1917 – Mérida Yucatán, 15 de abril, 1957), le dicen El Inmortal y “Amorcito, corazón” (Manuel Esperón/Pedro de Urdimalas) sigue en la memoria de millones de mexicanos. ¿Quién puede olvidar la escena en la carpintería de Nosotros los pobres (Ismael Rodríguez, 1947), cuando Pedro Infante la interpreta? El tiempo prorroga ese instante irrepetible donde el Ídolo de Guamúchil nos roba el corazón.
Su padre, Delfino Infante García, maestro de música, le enseñó canto y solfeo. En 1932 vemos al joven Infante en la Orquesta Estrella de Culiacán. Como carpintero se ganaba la vida; cantaba por placer y llegó a ser una figura destacada en varias orquestas de Sinaloa muy solicitadas para presentaciones en la radio local. Emigra a la Ciudad de México en 1939 y consigue un contrato con el sello Discos Peerless en 1943: colección de cientos de temas grabados.
- El Dato: Según Ismael Rodriguez, director de la cinta Ustedes los ricos, Pedro Infante no pudo contener el llanto tras la realización de la escena donde el ‘Torito’ muere.
Repertorio que abarca el bolero ranchero, huapango, sones, vals, corrido, chachachá y ranchero. Interpretaciones de piezas de José Alfredo Jiménez, Cuco Sánchez, Rubén Fuentes, Chava Flores, Juventino Rosas, Consuelo Velázquez, Mario Ruiz Sánchez, Alberto Cervantes y Gilberto Parra Paz, entre otros destacados compositores. “Dicen que soy mujeriego”, “Cielito lindo”, “Despierta”, “¿Qué te ha dado esa mujer?”, “Cien años”, “Carta a Eufemia”, “Yo no fui”, “Mi cariñito”, “Ella”, “Paloma querida”, “Dicen que soy mujeriego”, “Maldita sea mi suerte”, “Bésame mucho”(vocalizada en inglés para la exitosa cinta de 1951, A.T.M: ¡A toda máquina!, de Ismael Rodríguez) y “La que se fue”, entre las más de 320 piezas registradas por su voz.
Representación cabal del personaje mujeriego, macho, ranchero, bohemio, pícaro y ‘querendón’, Pedro Infante encarnó, en muchas de las 63 películas donde actuó, una metáfora del héroe popular que se crece frente a las dificultades. La trilogía melodramática del cineasta Ismael Rodriguez: Nosotros los pobres (1947), Ustedes los ricos (1948), Pepe El Toro (1952) mitifica y encomia la convivencia de la clase obrera urbana en las vecindades de las colonias populares de la Ciudad de México.
Pero, la diversidad histriónica del sinaloense, siempre bajo la dirección de Ismael Rodríguez, lo llevó también a los espacios de la ‘nostalgia de la vida rural’ en que protagoniza al charro cantor de música vernácula mexicana en tres ‘comedias rancheras’: Los tres García (1946), Vuelven los García (1947), Los tres huastecos (1948). En Tízoc: Amor Indio (Ismael Rodriguez, 1957), con María Félix como coprotagonista, se alza con el Oso de Plata en la categoría de Mejor Actor en el Festival Internacional de Cine de Berlin en 1957 (premio que no pudo recoger por el trágico accidente aéreo que le había quitado la vida poco antes).
Registro nasal con incorrección en el manejo de los agudos (a veces, desentonaba), la pronunciación de tenor de Pedro Infante supo imponerse por su carisma, chispa y apostura. Si “Amorcito corazón” –inicio del bolero ranchero– es su gran éxito, no podemos soslayar “Me cansé de rogarle”, “Guajirita”, “Te estoy queriendo”, “Noche plateada”, “Día nublado”, “Farolito” o “Las mañanitas” (la canción más solicitada por la familia mexicana en los cumpleaños, pero en la voz de El Inmortal de Sinaloa).
Murió joven, a los 39 años, en total plenitud de su carrera actoral y de cantante. Hoy es un sábado de nostalgia y desabrigo. Amorcito corazón se escucha en los ecos que inscribe el aire sobre los bordones del amanecer. Allá en el rancho grande la voz de Pedro Infante se eleva paralela con las nubes. Un avión sobrevuela: el ídolo inmortal de México nos avisa que la anochecida será plateada.
Fuente: La Razón/Carlos Olivares Buró