El autor firma ejemplares que forman parte de una trilogía sobre Cuba; señala que tras la muerte de Fidel Castro la isla seguirá en manos de la misma familia
El escritor y periodista Rubén Cortés (Pinar del Río, Cuba, 1964) dio inicio al ciclo Reuniendo a lectores y autores que la cadena de librerías El Sótano organiza para conmemorar el 50 aniversario de su fundación.
Un grupo de fieles lectores del director general de esta casa editorial se dieron cita ayer en la sucursal de Miguel Ángel de Quevedo para escuchar al autor de Nueve meses en la eternidad. Historia de tres náufragos mexicanos (2007) en una charla y firma de ejemplares de los libros que conforman la trilogía sobre su país natal: ¡Cuba, Cuba! (2009), Un bolero para Arnaldo (2015) y Los nómadas de la noche (2016), editados por Cal y arena.
Hilario Cano, director comercial de Cal y arena, dio la bienvenida al escritor, agradeció la asistencia del público y ponderó las cualidades de los tres cuadernos de crónicas que el excorresponsal de Prensa Latina ha dado a conocer en estos años de acontecimientos trascendentes en el país caribeño: consolidación del castrismo, situación precaria de la economía cubana, enfermedad y renuncia de Fidel Castro y cesión a su hermano Raúl de todos los poderes, crisis migratorias, reanudación de las relaciones Cuba-Estados Unidos y deceso del caudillo de Birán.
- El Dato: Rubén Cortés escribió el libro Los nómadas de la noche horas posteriores a la muerte de Fidel Castro, en noviembre de 2016, sin detenerse.
Tomó la palabra el también analista político, autor de la columna Canela fina de este diario, y resumió las cualidades de las tres publicaciones: “Son libros honestos, escritos desde vivencias personales, desde la emoción y la nostalgia, desde el amor a ese ‘paraíso perdido’ que es mi Cuba, y también desde la visión del mexicano que soy que mira el pasado y los sucesos recientes del país donde nací y se ve obligado a narrarlos para dar testimonio de un tiempo que ha marcado a varias generaciones de cubanos. Casi 60 años de un gobierno totalitario que ha maniobrado el destino de una nación”.
¡Cuba, Cuba!: 9 historias verídicas de la vida en la isla en que lo mismo aparece el trovador Silvio Rodriguez, el escritor Hemingway, se recuerda al bolerista Pedro Junco o se le hace justicia al pelotero Vicente Anglada; Un bolero para Arnaldo: crónica familiar y también ajuste de cuentas con un pasado que retumba en los ademanes del presente. La muerte del padre como un pretexto para narrar el exilio, la alegría del encuentro y la bruma de las pérdidas; Los nómadas de la noche: la urgencia por decirlo todo porque “no quiero que la muerte de Fidel Castro me desdibuje los recuerdos”.

Cortés aprovechó para hacer una ‘historia mínima’ de Cuba en esos avatares que la definen en las contingencias de hechos que ‘sobrepasan su tamaño’. “En Cuba se han sucedido cuatro revoluciones en poco tiempo. Dos guerras independentistas: 1868 y 1895; y dos movimientos en contra de dos dictaduras: el de 1933 para derrocar a Gerardo Machado, y el de 1959 para deponer a Fulgencio Batista. Fidel Castro prometió elecciones libres que hasta ahora, a casi 60 años, no han llegado. Cuba era una de las naciones latinoamericanas de mayores logros económicos antes de 1959. La constitución de 1940 era una de las más progresistas de América”, abundó el escritor pinareño.
Un joven asistente preguntó: ¿Hacia dónde va Cuba después de la muerte de Fidel Castro? “Hacia una sucesión en que la familia Castro será protagonista. No veo futuro para ese país que tanto amo. Cada vez más el futuro es incierto. Nada solucionó las buenas intenciones de Obama y su acercamiento en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas”, concluyó Cortés.
Fuente: La razón/Carlos Olivares Baró