En esta zona sólo el conjunto de industrias manufactureras creció.
Durante el primer semestre del 2017, la actividad industrial en el norte reflejó su menor ritmo de crecimiento anual en los últimos cinco años (0.5%), como consecuencia del retroceso en tres de los cuatro sectores económicos.
Las disminuciones en el norte se registraron en la minería (11.4%); la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final (1.6%) y la construcción (0.6 por ciento).
Por el contrario, las industrias manufactureras en la región norte tuvieron un aumento de 4.0%, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De las cuatro zonas del país, el norte presentó el menor incremento industrial (el sur-sureste continúa con contracciones).
En ese sentido, Kristobal Meléndez Aguilar, analista del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), señaló que debido a una disminución en los precios de algunos metales, la producción minera tuvo un menor dinamismo; la construcción en cambio, se vio afectada por los recortes presupuestales del gobierno federal, mientras que la manufactura, dijo, tuvo una dinámica opuesta, propiciada por la depreciación del peso frente al dólar en periodos anteriores, lo cual favoreció las manifacturas de exportación.
Los estados norteños con las mayores tasas anuales en la actividad industrial fueron: Coahuila (5.1%), Durango (2.2%) y Baja California (2.0 por ciento).
El analista del CIEP expuso que Coahuila y Baja California, por ser estados que comparten frontera con territorios de Estados Unidos, con un nivel elevado de intercambio comercial, lo cual genera que tengan un mayor dinamismo.
En tanto, la actividad industrial retrocedió en Sinaloa (4.2%), Tamaulipas (3.8%), Baja California Sur (0.6%) y Chihuahua (0.1 por ciento).
Al respecto, Raymundo Tenorio Aguilar, especialista del Tecnológico de Monterrey, explicó que en Sinaloa hay menor actividad industrial, manufacturera fundamentalmente, que en otros estados del norte, lo cual reflejó una dinámica distinta, mientras que en Tamaulipas, agregó, el nivel de inseguridad fue un elemento que afectó de manera importante su desempeño fabril.
La región sur-sureste mostró una contracción anual de 4.9% en la actividad industrial en el primer semestre del año, derivada de descensos de 10.1% en minería; de 7.9% en construcción, y de 0.5% en generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas.
Sólo el conjunto de industrias manufactureras obtuvo una variación positiva (2.2 por ciento).
Las entidades del sur con las disminuciones más pronunciadas fueron en Tabasco (13.8%), Campeche (9.8%) y Guerrero (9.7 por ciento).
En Campeche y Tabasco, la caída en el sector petrolero desencadenó en una baja en otras industrias, y como resultado final, en el total de la actividad industrial, mientras que en Chiapas y Guerrero, tienen una actividad de manufactura mucho menor que la región norte, y no resulta suficiente para compensar la disminución en inversión pública en construcción en estos estados, manifestó Tenorio Aguilar.
De esta zona, únicamente Yucatán exhibió un crecimiento anual 9.0%, con respecto al periodo de referencia. Kristobal Meléndez dijo que esta entidad tiene un mercado distinto en la manufactura, porque tiene un modelo exportador, no sólo hacia Florida, Estados Unidos, sino también con la Unión Europea.
Centro, en primer lugar
La actividad fabril en la región centro obtuvo el mayor incremento en el país (3.3%), con despuntes en manufacturera (4.5%) y en generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas (1.0 por ciento).
Lo anterior, pese a un retroceso la construcción y en la minería, de 0.6% en cada uno de estos sectores. Las entidades con los aumentos más elevados fueron Puebla (9.9%), Estado de México (7.3%) y Morelos (5.4 por ciento).
Los primeros dos territorios no se han visto tan afectados por los descensos en inversión pública, porque cuentan con proyectos de mucha relevancia, los cuales se han mantenido y que, sumados a su buen desempeño en las manufacturas, les ha permitido crecer en mayor medida, subrayó Meléndez Aguilar.
Por último, durante el periodo enero-junio del 2017, la actividad industrial del centro-occidente ascendió 2.9% a tasa anual, producto de que solamente disminuyó en minería (1.5 por ciento).
En el podio se colocaron Guanajuato (6.6%), Aguascalientes (6.5%) y San Luis Potosí (6.3 por ciento).
Raymundo Tenorio añadió que en Guanajuato y San Luis Potosí, el aumento ha respondido a un buen desempeño y crecimiento en el sector automotriz, que ha impulsado a las industrias manufactureras.

Fuente: El Economista/Melania Atayde