Ciudad de México. Rocío Miranda Pérez, presidenta de Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC), llamó a los secretarios de Economía (SE), Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y Relaciones Exteriores (SRE), a establecer una mesa consultiva con organizaciones campesinas para evaluar la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) como un acuerdo de nueva generación que impulse el desarrollo interno de México.
En entrevista, sostuvo que los sectores productivos no vinculados al comercio exterior demandan «salir del abandono» y recuperar el aparato productivo nacional, pero ello implica «voluntad política» para escuchar a quienes producen los alimentos.
«No podemos ir a renegociar por renegociar, son urgentes medidas compensatorias para el agro nacional a fin de salvaguardar nuestra soberanía alimentaria”.
Insistió en que aún existe tiempo para que los secretarios de Economía, Idelfonso Guajardo; de Agricultura, José Calzada y de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, conversen con las dirigencias de las organizaciones campesinas para que tengan un panorama real al llegar a las negociaciones de alto nivel con sus similares de Estados Unidos y Canadá.
La UFIC propone una mesa formal de discusión, de análisis y con propuestas, “de cara a los caprichos y ocurrencias del presidente estadunidense, Donald Trump”, es decir, encuentros previos entre el gobierno mexicano y las organizaciones campesinas, como sucedió entre 1992 y 1993 sin que ello implique “vender” a los habitantes del medio rural.
La lideresa indicó que deben revisarse los resultados de décadas de exportaciones agropecuarias, de desarrollo rural agroalimentario y de los resultados y desafíos ambientales, en los que el saldo es «negativo» para los más pobres del campo.
Las cifras demuestran la urgencia de una mesa consultiva con miras a un «acuerdo de nueva generación, ya que tras el TLCAN importamos trigo, soya, arroz y maíz, además de que tan sólo en 2016 las exportaciones agropecuarias ascendieron a 14 mil 800 millones y las agroalimentarias llegaron a 29 mil millones, en frutas y hortalizas pero donde los ganadores son los grandes empresarios del medio rural cuyo capital no necesariamente es mexicano».
Miranda Pérez sostuvo que desde la aplicación del TLCAN, el país no sólo perdió capacidad de generar alimentos, sino que el Estado dejó en el «abandono» a los campesinos, quienes aún producen «65 por ciento de su canasta básica de alimentos que consumen los mexicanos». En ese mismo lapso, los alimentos se han encarecido en más de «40 por ciento» derivado de importaciones como granos básicos.
Se pronunció por un programa emergente para fortalecer la producción de maíz amarillo y cubrir el déficit anual de entre «10 y 13 millones de toneladas y dejar de mirar hacia otros países para resolver este déficit».
Indicó: «Necesitamos hacer buen uso de una renegociación del TLCAN a fin de impulsar el desarrollo interno, aumentar la producción de alimentos, expandir la tecnología, mejorar la infraestructura rural, garantizar la capacitación del pequeño y mediano productor y vincularlo a toda la cadena productiva».
Fuente. La Jornada/Carolina Gómez Mena