Tultepec. Méx. La exhibición e incineración de 300 toros monumentales ofrendados al santo patrono de los artesanos de la pirotecnia ‘San Juan de Dios’ de esta demarcación, derivó en la rebeldía de los participantes quienes se negaron a salir de la cabecera municipal para realizar la quema a 5 kilómetros de distancia; y por primera vez, debido al diferendo, hubo dos sitos de exhibición de los artificios.
La fiesta del 8 de marzo en honor al santo patrono de los pirotécnicos, coincide con la Feria Nacional de la Pirotecnia 2017, y desde las 15 horas, artesanos de la pirotecnia comenzaron con el desfile de toros por las principales calles y avenidas de la cabecera municipal; y frente al templo de Nuestra Señora de Loreto uno a uno hizo su parada espectacular, para ser quemado en honor a San Juan de Dios.
Miles de visitantes llegaron desde temprana hora al centro de Tultepec, donde esperaron el paso de la caravana de toros de hasta seis metros de alto, elaborados de papel maché, decorados con pinturas color amarillo, naranja, verde, negro, entre otros, y equipados con cientos de cohetes y buscapies.
Litros de cerveza fueron vendidos por lugareños, quienes en mesas, sobre tablones o mesas colocadas debajo de lonas, improvisaron cantinas al paso de los visitantes. El consumo de alcohol envalentonó a más de uno y ya entrada la noche ingresaron al fuego, a bailar y brincotear alrededor de los toros encendidos.
La plaza que aglutino a dolientes que acompañaron féretros de algunos de los 42 muertos de la explosión del 20 de diciembre -cuando estalló el mercado de cohetes de San Pablito que dejó un saldo de 60 lesionados-, este miércoles se vistió música, alegría, antojitos mexicanos y a olor a pólvora por la quema de los toros.
Apenas el sábado, tres horas antes de la inauguración de la Feria explotó un taller de artificios con un saldo de cuatro muertos y seis heridos. Por esta semana hubo una tregua al luto y habitantes locales salieron a ofrecer lo que saben hacer, artesanías de la pirotecnia.
La dirección de fomento artesanal y la mayordomía de los festejos patronales, informaron vía redes sociales que la quema “oficial” de los toros sería en los terrenos de la feria, ubicados en el paraje de Xhauento, como una medida para evitar accidentes en la cabecera municipal.
Sin embargo, artesanos de la pirotecnia desde las 16 horas comenzaron a desfilar por las principales calles y avenidas de la cabecera municipal, e hicieron su parada frente al templo de Nuestra señora de Loreto, donde comenzaron a quemar los toros en honor a San Juan de Dios.
“No nos vamos de la cabecera municipal, porque entonces se acaba la tradición, porque el tema aquí es quemar nuestros toros, a los pies de Nuestro señor San Juan de Dios”, dijo Miguel García, dueño del Radiactivo, toro equipado con 550 busca-pies que fue llevado al atrio del templo principal del municipio.
En minutos se queman las obras elaboradas a base de papel maché. Buscapies salen disparados de las estructuras y es cuando la gente huye corriendo, pues el toro que es tirado sobre ruedas por equipos de hombres, comienza a dar vueltas y los explosivos salen para todos lados.
Entrada la tarde y a falta de acuerdos, artesanos de la pirotecnia en su mayoría, optaron por quedarse en la cabecera municipal, y ni la propuesta de participar en un concurso para ganar al menos 2 mil pesos, provocó que muchos se trasladarán al predio de Xhauento.
Al final hubo dos sitios donde quemar los toros: la cabecera municipal y el predio de Xhauento. La alcaldía local informó que en ambos sitios desplegó operativos de seguridad para salvaguardar a visitantes y parroquianos, quienes alegres iban y venían por calles del municipio que se vistieron de fiesta y se asombraban al paso de los toros, cuya caravana seguiría hasta entrada de madrugada del jueves.
Fuente: La Jornada/Silvia Chávez González