El sentido crítico y realista -plasmado en sus poemas y en su itinerario- y exigente labor periodística lo llevaron a residir de manera paralela en ciudades como Roma, Madrid, Managua, París, Nueva York y México entre 1975 y 1988, periodo en que fue exiliado de su lugar de origen.
Para rendir homenaje al escritor y poeta argentino-mexicano Juan Gelman, a dos años de su muerte, ocurrida el 14 de enero de 2014, la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México prepara diversas actividades.
En un comunicado, la dependencia adelantó que en los próximos meses se honrará la memoria de Gelman, “argentino que eligió a la Ciudad de México como su segundo hogar tras ser exiliado de su país al iniciar la dictadura militar”.
Como parte de la agenda, se lanzó la convocatoria a la comunidad “Argenmex” para dar forma a la exposición “40 años del exilio argentino” la cual se presentará a partir del 30 de marzo en el Museo Archivo de la Fotografía (MAF).
Juan Gelman, quien es considerado el poeta más importante de su generación por su estilo propio al escribir obras realistas con sentido crítico, nació el 3 de mayo de 1930 en el barrio de Villa Crespo, en Buenos Aires, Argentina.
De acuerdo a su portal oficial “www.juangelman.net” Gelman recibió sus primeras cátedras en el Colegio Nacional Buenos Aires y con el paso de los años ingresó a la Federación Juvenil Comunista de Argentina.
Años más tarde, luego de abandonar la Universidad de Buenos Aires en donde estudió química, reflejó su atractiva y creadora realización de poemas que desde los 11 años se vislumbró así como su intensa actividad periodística.
Descendiente de inmigrantes judíos ucranianos y rusos desde muy pequeño, Gelman estuvo rodeado de infinidad de fenómenos sociales que hicieron que su trabajo se definiera como crítico, realista y político, característica que le permitió a sus poemas reflejar las denuncias e injusticias que empañaron a la sociedad de su tiempo, refiere el sitio web “www.cervantes.es”.
Gelman fue miembro fundador del grupo de poetas editor de libros surgido en 1955 y disuelto en 1964 “El pan duro” a lado de Guillermo Arizpe y Hugo Ditaranto, entre otros, cargo por el cual es reconocido actualmente.
Fue secretario de redacción de “Crisis” y director del suplemento cultural de “La Opinión”. Asimismo, colaboró como traductor en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (UNESCO).
Su amplio trabajo abarcó títulos como los poemas “Violín y otras cuestiones” (1956), “El juego en que andamos” (1959), “Velorio del solo” (1961), entre otros, así como su obra periodística “Exilio” (2006) la cual escribió con ayuda del periodista argentino Osvaldo Bayer (1927).
Gelman fue acreedor al título de ciudadano ilustre de la ciudad de Buenos Aires, galardón al que se suman el Premio Nacional de Poesía (1997) y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2005, año en que se realizó el Encuentro de Poetas del Mundo Latino dedicado al escritor.
Como amigo de lo cotidiano y como denunciante critico el argentino encontró su singular estilo en la poesía surrealista francesa sin puntuación la cual consideró como la nueva forma de comunicar.
La Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) destaca que el argentino se vio influenciado por la manera conversacional y coloquial en la obra del poeta y escritor peruano Cesar Vallejo (1892- 1938).
Fue a través de él que Gelman vislumbró en el lenguaje el quehacer y compromiso de lo íntimo y el camino del sentimiento social.
Sus obras se definieron principalmente por el vínculo estrecho y angular con el que plasmó las diferentes temáticas de la niñez, la muerte, la revolución y el amor, signos a los cuales les infundió gran fuerza, originalidad y obsesión con que trabajó la poesía.
El ganador al Premio Cervantes en 2007, considerado el galardón más importante de las letras hispánicas, murió a los 83 años a causa de un síndrome mielodisplásico, el 14 de enero del 2014 en la Ciudad de México.
Gelman, quien es reconocido como una de las personalidades más importantes de Latinoamérica, dejó un legado que permanecerá hasta el 3 de mayo del 2050 en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes. (Con información de Notimex)
Aristegui noticias/Redacción