El gobernador Ángel Aguirre intentó sobornarme: Nestora

Ante la revisión del recurso de apelación que realiza la primera sala penal del Tribunal Superior de Justicia de Guerrero, que puede derivar en la liberación de Nestora Salgado, la ex comandante de la policía comunitaria de Olinalá afirmó que las cuatro jóvenes que la acusan de secuestro “estaban siendo utilizadas por sicarios.

Yo siempre las vi como víctimas de la delincuencia, aseveró en una entrevista con Carmen Aristegui, en CNN, en la que también reveló que el gobernador Ángel Aguirre le ofreció 7 millones de pesos, por conducto de Eliseo Villar, como soborno a cambio de que limitara la acción de la policía comunitaria en Olinalá y atendiera exclusivamente asuntos menores.

Salgado, desde el penal del Centro Femenil de Readapatación Social Tepepan –donde también señaló, en otra parte de la entrevista, que la ex líder del sindicato magisterial Elba Esther Gordillo, recluida en el mismo penal, la llegó a amenazar–, aseguró que le fabricaron delitos, tras denunciar una red de prostitución, pornografía y a autoridades vinculadas con grupos delictivos.

“No lo merezco, soy una persona que solamente buscó un poco de paz, de seguridad para su pueblo… En su momento nos dimos cuenta de que el Estado no estaba haciendo su trabajo y que se estaban matando a mucha gente, que estaban desapareciendo a nuestros hijos, secuestrando y violando a niños.”

En Guerrero, afirmó, “estaban pasando cosas gravísimas, por ejemplo los secuestros, las desapariciones de jóvenes, extorsiones y cobros de piso… Me preocupó mucho la pobreza en que estaba sumido Olinalá y sus alrededores, es cuando empiezo a contribuir un poco”.

El pueblo, recordó, estaba asustado porque esta gente, nosotros les llamábamos sicarios, ya se paseaba armada.

Recordó que el entonces gobernador Ángel Aguirre dio recursos para la policía comunitaria. Sin embargo, dijo, la denuncia contra el ex síndico municipal Armando Patrón Pérez, a quien ese cuerpo de seguridad detuvo cuando intentaba llevarse una vaca que era parte de las pruebas de un doble asesinato, por robo de ganado, detonó la acción penal en su contra.

En flagrancia lo agarramos, el señor estaba denunciado porque participaba mucho encubriendo a delincuentes, y cuando lo detiene la policía comunitaria, entonces detonó la bomba, porque no les gustó que nos metiéramos con una autoridad que estaba cometiendo un delito.

Nestora Salgado aseguró que a Ángel Aguirre le enseñé videos de cómo (delincuentes) violaban a niños de siete años, causándoles mucho dolor, haciéndoles videos pornográficos. Y cuando empiezo a hacer denuncias de que maestros están embarazando a niñas de primaria, y que al hospital del pueblo le están robando los aparatos, es algo que lo ven como una amenaza para ellos.
Otro detonante, agregó, fue la detención de Eugenio Sánchez, carnicero del lugar, por hurto de ganado. Ha sido reconocido en el pueblo por pertenecer a un grupo delincuencial, no nada más por robar ganado, su familia está presa por secuestros, incluso ya tienen una sentencia.

Recordó que es sobrino del ex diputado local y ex presidente municipal de Olinalá Manuel Sánchez Rosendo, preso por privación ilegal de la libertad.

En cuanto a las jóvenes que la acusaron de plagio, mencionó que cuenta con cartas firmadas por sus madres, donde le piden apoyo para llevarlas al programa de reducación, porque ya no podían con ellas, pero después ellas mismas dicen que con ayuda del presidente (municipal), al que obviamente no le interesaba la policía comunitaria, las convence de que me pongan una denuncia por secuestro. Pero no lo fue”, resaltó.

Sobre Gordillo, narró: “me amenazó diciendo que iba a hacer todo para que yo no saliera de este lugar, después de que yo denuncié por acoso sexual a un comandante de este lugar que era su protegido, y se molestó mucho porque ella confiaba mucho en esa persona.

Era un comandante que le permitía todo y obviamente era muy protegido por ella. De hecho se va de aquí, pero no castigado, va a otro centro como jefe. Entonces a mí se me hace que lejos de castigarlo fue un premio. Se llama Jaime Sánchez Martínez.

Afirmó que Gordillo “se metió en mi cuarto a decirme que iba a hacer que el Estado me sacara del hospital, porque ella no podía vivir con una secuestradora, pero la señora se equivoca porque soy juzgada por secuestro, pero voy demostrar que eso no es verdad.

“Vivimos juntas, compartimos el pasillo, hubo algún conflicto. Pero ella es una mujer con muchísimo poder… el gobierno le da demasiado poder, la señora ha hecho y deshecho en este lugar. De este lugar era dueña, así se lo digo, de este lugar era dueña (hasta que salió a un hospital privado), a lo mejor no puedo hablar mucho de la señora porque me metería en un conflicto peor. Lo único que puedo decir es que le han dado muchísimas atribuciones”, concluyó.

La Jornada/Redacción

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